La Navidad es tiempo de ilusión, de detalles que llegan al corazón y de gestos que dicen mucho más que mil palabras. Todos conocemos las clásicas cestas navideñas repletas de turrones, polvorones y la inevitable botella de cava. Y están bien, sí… pero también son impersonales y repetidas hasta la saciedad.
La Navidad es esa época del año en la que todos buscamos la manera de emocionar a quienes más queremos. Pero, reconozcámoslo: encontrar un regalo original que no acabe en el fondo de un cajón puede ser complicado. ¿Perfumes? ¿Ropa? ¿Un clásico cheque regalo? Todos funcionan… pero rara vez sorprenden e ilusionan de verdad.